UNA NOTICIA Y REFLEXIONES EN TORNO A LA LUCHA POR LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD COMO EJERCICIO DE LIBERTAD.
a)
La noticia:
“La jueza Andrea Danas impuso una multa
diaria de 500 pesos “en cabeza del presidente de CLIBA Sergio Roggio”, ante el
incumplimiento de la sentencia dictada en 2009 (y confirmada por la Cámara
de Apelaciones en 2010) en la cual se ordenó tanto al Gobierno porteño como a
la empresa de recolección de residuos “que en el plazo de 60 días adoptasen las
medidas concretas y efectivas tendientes a cubrir el cupo exigido por la
Constitución de la Ciudad y la ley 1502, estableciéndose la obligación del
ingreso de personas con necesidades especiales.
La
sentencia incumplida fue dictada en el marco de una acción de amparo
impulsada por la Asociación Red por los Derechos de las Personas con
Discapacidad para que la prestataria del servicio de recolección de
residuos en el ámbito de la Ciudad cumpla con el cupo del 5 por
ciento previsto para personas con discapacidad en las empresas concesionarias de
servicios públicos. Frente a no observar lo dispuesto en la manda judicial, la
Magistrada impuso la multa al Presidente de CLIBA “hasta tanto se hayan
incorporado a todas las personas con necesidades especiales tendientes a cubrir
el cupo exigido por la Constitución porteña y la ley 1502”.
A
su vez, la jueza Danas designó como “interventor informante” al abogado
constitucionalista Andrés Gil Domínguez, quien deberá comunicar al tribunal
la cantidad actual de empleados de CLIBA “detallándose si alguno posee
alguna discapacidad y, en ese caso, sus funciones”.
La
Jueza tomó en cuenta “una nota confeccionada por CLIBA en diciembre de
2014 de donde surgía que contaba con sólo cinco empleados con
discapacidad”. “Ya pasaron cinco años desde el dictado de la sentencia
confirmatoria de la Cámara de Apelaciones del fuero, y pese a ello, la decisión
aún no ha sido cumplida”, afirmó Danas.
Desde
CLIBA se defendieron al sostener que entre 2005 y 2014 no tuvo
actividad comercial y que por eso no incorporaron personal,
algo que desde la Justicia fue rechazado.” Fuente:
http://www.seccionpolitica.com.ar/
b) LA
REFLEXION Y LA EXPERIENCIA DE VIDA. PENSAMIENTO CRÍTICO A PARTIR DEL PROPIO
EJERCICIO DE DERECHOS.
Cuando
leemos, no todos leemos lo mismo.
Es
condición humana la diversidad y la subjetividad.
Las
noticias, en cualquier medio, además, nos ofrecen un recorte de la realidad
concreta predeterminado por el sesgo del editor y del periodista.
Cuando
una noticia involucra a una persona
frente a los medios de comunicación con información que hace directamente a su vida personal algunas veces puede advertir
lo banal de la noticia.
Las
personas con discapacidad, cualquiera que sea, tenemos un lema: NADA SOBRE NOSOTROS SIN NOSOTROS.
Sin
embargo hay expertos, especialistas, organizaciones, fundaciones, etc. que
dicen, hacen, hablan, “en nombre de” dicen que no, pero nos tutelan, dicen que
hablan por NOSOTROS, pero no, porque nunca van a saber cómo duelen nuestros
zapatos.
Desde
la perspectiva de las personas con discapacidad que luchamos legítimamente por
el cumplimiento de nuestros derechos, lucha permanente si las hay… observamos
de qué graciosa manera algunos llevan agua para molinos del prestigio personal
y no hacen una lucha real por la dignidad de la personas con discapacidad.
He
transitado espacios tratando de compartir la experiencia de mi lucha por el
cumplimiento de mis derechos y obligaciones.
Que
otras personas con discapacidad recorrieran como yo, tantos espacios a nivel de
los organismos de la nación como de la ciudad para acceder a la salud, al
trabajo digno y a la vivienda digna.
Porque
ese camino de resistencia fortalece y es saludable para uno mismo y para el
entorno porque de la discapacidad emerge toda una potencia que es lo que pone en
blanco contra negro los motivos por los cuáles algunos se permiten tratarnos de
forma desigual.
Nuestra
potencia puesta en juego por la dignidad, nos muestra idóneos: condición para
trabajar, por ejemplo. Y no todos los
que no sufren discapacidad y trabajan, son idóneos…
He
luchado por el trabajo, por la salud y la vivienda y mi deseo es ayudar a otros
a caminar ese sendero en la convicción
de sus derechos y saber, que el largo trecho, ir contra la gran brecha, da
frutos: “porque la única lucha que se pierde es la que se abandona” E.G.
En
estos momentos de claudicaciones de todo tipo, de la noticia que involucra el
futuro posible de trabajo digno para las personas con discapacidad y el acceso
al trabajo en igualdad de condiciones y en cumplimiento con leyes vigentes en
todo el país, me llama la atención:
“La jueza Andrea Danas impuso una multa diaria de 500 pesos
“en cabeza del presidente de CLIBA Sergio Roggio”, ante el incumplimiento de la
sentencia dictada en 2009 (y confirmada por la Cámara de Apelaciones en
2010) en la cual se ordenó tanto al Gobierno porteño como a la empresa de
recolección de residuos “que en el plazo de 60 días adoptasen las medidas
concretas y efectivas tendientes a cubrir el cupo exigido por la Constitución
de la Ciudad y la ley 1502, estableciéndose la obligación del ingreso de
personas con necesidades especiales”
1.
En el
texto publicado se incurre una vez más en decir “personas con necesidades
especiales”
Supuestamente está reproduciendo un dictamen y me pregunto, si lo
hizo la jueza y no el periodista que es distinto pero es igual, ¿cómo una
jueza/periodista, refiere de modo impropio?
Hay un consenso: somos
personas con discapacidades, si eso es cuestionable, el bulto que la
palabra discapacidad tapa el de “diversidad
funcional”, enfoque que involucra absolutamente a toda la sociedad y vuelve
patas para arriba desde la educación a la salud, desde el trabajo a la
justicia, desde los niños a los ancianos cualquiera su condición de género.
2. La multa de $500.- al Sr. Sergio Roggio de
buen humor, se puede decir que es risible.
Seriamente, no se puede aceptar. Se debe apelar.
3. Si no se apela hay una complicidad
perversa y eso no pone de buen humor. ¿Quién/QUE saca rédi-to de ese fallo?
$500.- debe ser menos que el importe de un almuerzo del Sr. Roggio
en cualquier lugar que él frecuente.
Esa multa no es un castigo para el Sr. Roggio y en el fallo se
ignora la misma responsabilidad incumplida por el GCABA y tampoco, obviamente,
hay sentencia que lo obligue ni multa que lo pene.
Los
que hemos gastado los zapatos viejos caminando, eligiendo imprimir notas
pidiendo trabajo a tomar un café.
Los
que no hemos aceptado dádivas sino que exigimos trabajo en igualdad de
condiciones y en virtud de nuestra idoneidad nos avergonzamos del fallo y
entendemos que es claro que se apelará, lo contrario, sería una burla que nos
agravia.
Puedo
hablar en nombre propio y puedo mostrar un video de alguien que se ha negado,
al igual que yo, a no trabajar sino es en igualdad de condiciones, que no
aceptó sobornos, que no pagó coimas ni dejó de decir la verdad, al igual que
yo.
Eso no
es políticamente correcto, parece que sí lo es, hablar en nombre de y posar
para la foto haciendo “el como sí” se luchara con un recurso de amparo que no
puedo dejar de pensar tendencioso y como tendencioso el video que recorta una
historia de vida que no es una campaña política partidaria sino una vida
implicada en el ejercicio de los derechos humanos.
Tanto
el protagonista del video como yo, hemos trabajado en forma voluntaria mientras
no teníamos trabajo rentado en igualdad de condiciones, porque para él, como
para mí, el trabajo es salud cuando el trabajo es saludable y siempre que se
haga algo saludable se está luchando por la dignidad, la igualdad y la
fraternidad que nos hace pertenecer a la familia humana.
Esa es
nuestra lucha y la bandera que llevamos en el día a día para compartir con
otros que también buscan dignidad, y no, figurar o aparentar.
Mientras
tanto, mientras esperamos las noticias sobre la apelación a este ridículo fallo,
veamos el video que cuenta de la verdad lo que quisieron contar,
tendenciosamente, sepamos que es nada más que una parte de la verdad.
https://www.youtube.com/watch?v=NTuMhhxtCd0 Discapacidad - Julio Marecos
Por
último: no es posible luchar por los DERECHOS HUMANOS de nadie bajo una bandera
política partidaria, los DERECHOS HUMANOS SON INALIENABLES, no puede lucharse
por ellos sino es en nombre de la humanidad por encima de toda mezquindad interesada.
La
lucha por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad es historia de
resistencias, no de entregas, es historia de vidas, no es historia de muertos.
Las
PcD debemos tener vida política y pública para incidir en el diseño de
políticas públicas respetuosas de la diversidad humana y no permitir
banalizar Derechos Humanos bajo ningún punto de vista porque están en
juego muchas vidas.
Written
by Lucila López
Noviembre
10, 2015
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