28 dic 2014

OPINIÓN SOBRE LA NOTA PATOLOGIZACIÓN DE LA VIDA COTIDIANA por el Dr. Vommaro a raíz del artículo: EL NEGOCIO DETRÁS DE LAS RECETAS*

APSA - Asociación de Psiquiatras Argentinos
3 h ·
La patologización de la vida cotidiana
por Dr. Horacio Vommaro
Presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA)
El artículo “El oscuro circuito de la prescripción de medicamentos” invita a realizar algunas reflexiones. Para analizar la patologización de la vida cotidiana es importante partir de algunas precisiones.
1) El Estado como subsidiario de las políticas de Salud, tal como se lo implementó en los años 90 tuvo como consecuencia la comercialización de la Salud y la fragmentación del acceso a la misma por parte de la población.
2) Es importante remarcar que como parte de la cultura predominante el referente biológico ha sido elevado a la función de un lógico absoluto. Se amplía la difusión de un discurso que “redescubre” en los genes la causa de todos nuestros males. Se instalan en la cultura no sólo los fármacos como única opción terapéutica sino los fármacos que “resuelven” los problemas y angustias que conlleva vivir. El riesgo es que los medicamentos se conviertan en objetos que “ garanticen la felicidad y el bienestar de la vida”
3) Hay una deformación profunda cuando se habla de recursos en salud; en los últimos años se entiende muchas veces por recursos principalmente a los financieros, sin tener en cuenta que la salud depende de muchos otros factores. Se conoce que la Salud de un país no está sólo en función del P.B.I., sino que está en relación con las condiciones de vida, que no implican solamente la riqueza material. La Salud está en función de la educación, de la justicia, del medio ambiente, de la participación democrática, de las relaciones interpersonales, etc. Lo antes dicho requiere una modificación fundamental del criterio de Salud. Cada vez más la misma debe ser concebida como cuidado del conjunto de la sociedad y no sólo como tarea de los que han recibido formación específica. El derecho a la Salud puede ser aplicado solamente si hay una activa participación del Estado.
4) Cuando la sociedad instituye una serie de derechos sociales concretos, también está asumiendo la obligación de realizar estos derechos. Para soslayar esta responsabilidad social, se invocan razones de carácter técnico-económicas, obviando peligrosamente que el objeto de la salud no es de un modo exclusivo el individuo o los conjuntos sociales, sino también las relaciones que permiten pensar conjuntamente al individuo y a su comunidad
5) Los criterios de salud y enfermedad se han ido modificando en las diferentes épocas histórico-sociales. Es evidente la evolución tanto del concepto de salud/enfermedad como de las teorías que tratan de explicarlo. Los conceptos de salud y enfermedad están culturalmente determinados. Cada sociedad ha tenido y desarrollado distintos criterios, saberes y creencias sobre la relación de salud y enfermedad. La cultura instituye un criterio de salud y enfermedad que en cada época es dominante tanto para el conjunto social como para el conjunto de quienes trabajan en los distintos ámbitos de la salud (profesionales y no profesionales).
6) Las expectativas de la sociedad con respecto a la salud se han ido modificando a lo largo de la historia. Fue primera la tarea de detectar síntomas y signos de las enfermedades, darles un sentido y construir cuadros clínicos, luego clasificarlas y tratar de aliviarlas. Hoy estas expectativas apuntan a que la medicina brinde certidumbres diagnósticas, terapéuticas y pronósticas. Médicos y pacientes están frecuentemente atravesados por quienes fabrican aparatos y medicamentos.
7) Es una época de temporalidad zapping, y un sistema sanitario que no tiene tiempo y que genera dispositivos de atención masiva y anónima. Una época donde se escinde la medicación de la clínica y la clínica se reduce a una enumeración de trastornos. Esta situación se agrava con condiciones del ejercicio profesional que facilitan que se “pierda” la dimensión subjetiva. Las condiciones actuales de trabajo y de vida inciden en la relación médico-paciente, quitándole su singularidad y reduciendo riesgosamente su capacidad de producir renovada subjetividad. Hay condiciones donde no sólo se imponen los valores económicos, sino también la duración de los tratamientos, su frecuencia y aún aspectos del método. Todo ello sin atender los tiempos singulares del paciente, su patología, o la percepción por parte del profesional de los aspectos prioritarios sobre los que debe dirigir el tratamiento.
8) La relación médico-paciente es uno de los aspectos fundamentales de la clínica entendida como escucha y observación del paciente. Los maestros de la medicina, eran maestros del arte de curar y el paradigma era: El fundamental instrumento del médico es la silla. Si esta relación pierde su fundamental carácter de encuentro de subjetividades y se transforma sólo en implementar tecnología médica, se corre el riesgo de desnaturalizar el acto médico. Los maestros de la medicina reiteraban que no hay enfermedades sino enfermos y que la relación médico – paciente es una relación entre personas que comprende que el desarrollo vital, la historia de la persona y sus modos de estar en el mundo significan algo más que procesos físico-químicos
9) Por todo lo antedicho, resolver esta problemática no es una cuestión de una parte (los profesionales y trabajadores de salud) sino una cuestión social.


OPINIÓN

Disiento con lo expresado en relación al artículo publicado por la nación. Dice verdades omitiendo el quid de la cuestión. El concepto de enfermedad está ligado directamente al poder establecido y sus heraldos. La patologización de la vida cotidiana es ejecutada por los profesionales y trabajadores de la salud, cualquiera sea su especialidad, el artículo no hace referencia particular a la psiquiatría. Es asombroso el desconocimiento del que hacen gala, me voy a referir a los psiquiatras, del 8vo. Trado de Derechos Humanos, la CDPD. Ley 26378. Observo a diario en mi internación la administración de Ziprexa juntamente con la ingesta de medicación para diabetes. Laboratorios Lilly debió recientemente indemnizar a más de 8.000 personas. Por experiencia propia puedo decir que nunca me informaron de posibles consecuencias adversas al indcarme olanzapina,
Sola, investigando, poniéndome en contacto con ciudadanos de EE.UU asociados a organizaciones por los derechos de los usuarios y sobrevivientes de la psiquiatría, que lograron que Ziprexa se venda con una advertencia, pude rechazar la indicación médica.
Cuestionar un tratamiento, no querer ser medicado de modo forzado "de por vida" son todas cosas mal vistas, incluso leídas como síntoma de la supuesta enfermedad padecida, con mala información a los familiares en detrimento del usuario, en detrimento mío y mis vínculos familiares que no entienden ponga en cuestión la palabra médica, ignorando consecuencias observables por el uso de medicación psiquiátrica que se presenta como la única alternativa cuando eso no es así de ninguna manera.
Lucila López en el Día de los Santos Inocentes.-



*http://www.lanacion.com.ar/1755709-el-negocio-detras-de-las-recetas







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